Ya han pasado algunas semanas de mi viaje a Santa Cruz pero me quedé con las ganas de escribir un post sobre la experiencia.
Fui a Santa Cruz con mi pololo para celebrar nuestro aniversario. Optamos por Santa Cruz ya que estábamos buscando un lugar tranquilo donde relajarnos cerca de Santiago y un valle famosos por sus viñas nos pareció el lugar ideal en esa fecha de otoño.
Nos quedamos en el Barrica Lodge, un bed and breakfast muy bonito en los campos afuera de Santa Cruz. Llegar al lodge ya es toda una experiencia para quien viene de Santiago, por qué las estrechas y sinuosas calles del campo son muy pintorescas.
BARRICA LODGE
El Barrica Lodge es chico y muy acogedor. Es enteramente revestido de madera y las piezas miran a un grande espacio verde donde la florida vegetación rodea unas pozas de agua y la piscina. Entrando al lodge se encuentra una salita muy bien decorada donde están la recepción, la cocina y living comedor donde por la mañana ofrecen un simple pero rico desayuno. Desafortunadamente no pudimos aprovechar los ricos espacios exteriores del lodge ya que hacía bastante frío.
RESTAURANTE VINO BELLO
Durante nuestra permanencia en Santa Cruz aprovechamos de conocer muchas de las viñas del valle y fuimos a varios restaurantes de la zona que yo había previamente reservado, después de horas de investigación por internet.
La primera noche fuimos a comer al restaurante Vino Bello. El lugar es muy bonito, una casona antigua restaurada que me recordó mucho los antiguos edificios del campo en Italia. Comí una ensalada con mariscos exquisita y unos ravioles de betarraga igualmente buenos. Terminé la comida con una meringata de frutillas muy rica, (admito que me dio mucha nostalgia de mi casa en Italia). Recomiendo mucho este lugar!
VIÑA SANTA CRUZ
El día siguiente fuimos a la Viña Santa Cruz. Mientras esperábamos que abriera el restaurante fuimos al museo de autos del dueño de la viña, creo que mi pololo lo disfrutó mucho mas que yo. Almorzamos en la terraza del restaurante y la comida era simple pero rica. Después de almorzar subímos con el funicular al cerro atrás de la viña donde había una vista preciosa al valle.
Esa tarde fuimos recorriendo los campos del valle de Colchagua y llegamos hasta la viña Vik. Los paisajes son realmente hermosos. Me enamoré de los molinos de Larmahue, unos molinos antiguos en el rio que bordean la carretera. Allá cerca nos paramos a una feria del vino a comer unos churros.
MOLINOS DE LARMAHUE
RESTAURANTE CASA COLCHAGUA
Esa noche fuimos a comer al restaurante Casa Colchagua, también lo recomiendo mucho. Tiene una atmosfera muy acogedora y la comida es muy rica. Yo comí un filete con verduras y un postre chileno que nunca había comido, los calzones rotos.. me encantaron!
RESTAURANTE LA RAYUELA, VIÑA VIU MANENT
El tercer día fuimos a tomar un té a la cafetería de la viña Viu Manent para calentarnos un poco, ya que hacía bastante frío y después almorzamos en la Rayuela, el restaurante de la viña. El lugar es precioso, la comida tradicional. Recomiendo ir a conocer el lugar por qué es muy bonito.
Nosotros almorzamos en la parte de la ampliación del restaurante que mira a una cancha donde estaban haciendo equitación. En el patio al frente hay unas mesas bajo los arboles, debe ser encantador almorzar allá en verano!
Ese día en la tarde no sabíamos que hacer en Santa Cruz así que fuimos a Pichilemu pasando por Boyeruca a conocer las zonas de la costa.
FUEGOS DE APALTA, VIÑA MONTES
El ultimo día en Santa Cruz fuimos a almorzar al restaurante Fuegos de Apalta de la Viña Montes. Realmente merece la pena ir! Es el restaurante del chef Argentino Francis Mallmann, si han visto la serie de Netflix Chef’s table sabrán de quien estoy hablando.
El restaurante es espectacular! Nosotros almorzamos afuera en la terraza y la sensación es de estar inmergido en las viñas. La viña se encuentra en el valle de Apalta que ha resultado ser la zona que más me gustó, es realmente hermoso!
De entrada comímos unas mollejas muy ricas y como plato de fondo mi pololo comió un filete apanado y yo una paella. Si van creo que lo ideal seria pedir la carne, que la preparan en una gran fogata en el centro del restaurante.
La próxima vez que vengan a verme a Chile mis padres seguramente los voy a llevar a este restaurante, ya que siendo relativamente cerca de Santiago se puede tranquilamente ir por el día.
Entonces la verdad es que tres noche en Santa Cruz se nos hicieron un poco mucho, quizás para un viaje relajado en el valle serían suficientes una o dos noches, pero si todavía no has ido creo que merece la pena ir, sobre todo si es por un fin de semana romantico en pareja o un almuerzo familiar de domingo!